lunes, 5 de julio de 2010

Strangers in the ku (Kin-Dza-Dza, Giorgi Danieliya, 1983)

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Veo la extrañísima película soviética de ciencia ficción Kin-Dza-Dza (dirigida por Goergi Danieliya en 1983) e intento, -créanme que lo intento-, poder señalar algo en torno a ella.
Decir por ejemplo que enfoca por momentos cierta visión crítica a ciertos sistemas sociales, o que tiene momentos visuales interesantes, o que dentro del absurdo que desborda los personajes se nos hacen inexplicablemente entrañables…
Pero desarrollar cualquiera de estas ideas, u otras se hace difícil, pues acercarse tan sólo a una explicación, o a intentar dar cuenta de la trama, se torna una tarea complicada y, en definitivas cuentas, infructuosa.
Como consecuencia de esto, creo que es mejor dejar fluir aquello que realmente me dejó la película. Pues bien, ahí les va:
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-¿Ku?
La peliculovich no es una kiu tradicionalki, ni profundinski: no charlatanin, pero sí chatlanin, que es distinto. Vodka a mares Danieliya, embriagotski con vinagre de Guedevan. Y es que el violín de Aleksandrovich, suena. Y suena ku, realmente ku. Todos juntiski en jaula desértica, con los tsap en orden, pero todos juntiski, esa es la clave, ¡kiu!
No se trata de sólo kiu, o de trankliukizar por trankliukizar, pues sólo se trankliukiza lo que se ha dividoski, ¿ku?
En este sentido, el tío Vova sabe, no dice, ni hace reverencias, pero sabe. Más que Guedevan y los otras, por eso no abandonoski. Noski. No es un kiu: no hay kiu, solo ku.
Por eso Danieliya dice que hay que juntarski tantas cerillas como amigolevichs, más allá de los serios estilops, o quien se oponga: no hay robo cuando el ladrón hace reverciotski y obtiene para otros, aunque sean chatlanin.
Y es que ellos mismos no sonski chatlanin, son humaninovischs, esa es la clave, el secretinski de Danieliya.
¿Ku?
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Pues entonces a verla (y cárguese de Luts y de Katses, por si los necesita):
Aquí van los links que pillé en un sitio en Antitentura:
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