martes, 6 de septiembre de 2011

Capitalismo para principiantes.

.

En ese entonces teníamos clases de economía.

Por lo general era tu mismo profe
De Historia
Quien las daba.

Bueno… en mi caso era el mismo profe
El que no las daba,
Porque él hueón era flojo.

Afortunadamente había un libro
Y para que hiciéramos algo
-O para que dejáramos de molestarlo-
Recuerdo que una vez me hizo exponer
Sobre la unidad 1 del libro de economía
Que era en realidad un cuadernillo azul
Que nos había enviado
El primer gobierno democrático.

Según recuerdo ahora
En esa unidad se exponía a grandes rasgos
Las bases del sistema capitalista
Y el supuesto derecho a tener
Todo lo que nosotros deseáramos.

Además, hablaba sobre el derecho
De propiedad,
Y hacía una especie de comparación
Entre nuestras propiedades
Y un reino que nos era propio.

Fue así que con esa idea
Y un rotulador rojo para marcar ropa,
Comencé entonces a identificar
Todo aquello que no me pertenecía.

Es decir,
En los cuadernos de mis compañeros, por ejemplo,
Yo escribía: “Este cuaderno
No pertenece a Vian”.

Lo mismo hice con mochilas, ropas,
Y hasta murallas,
Lo que sin duda me trajo
Algunos inconvenientes
Sobre todo cuando unos compañeros
Se unieron al “proyecto”
Y tanto en el colegio,
Como en el entorno
Hasta los árboles señalaban
Que no me pertenecían.

Pero ocurrió que un día, al llegar a casa
Vi de lejos una patrulla de policías
Fuera de ella,
Y mi madre en la reja
Lloriqueando.

Entonces llegué hasta el lugar
Y sucedió la gran conversación
Esa en que me explicaban que si todos
Actuábamos así,
El mundo entero terminaría rayado con frases
Que indicarían nada más que carencias,
O frustraciones
Y que podía volverse todo, incluso,
Rabia hacia los verdaderos dueños
Que a su vez también se indignarían
Y luego sería el caos.

Yo los escuchaba hablar
Y veía a mi madre lloriquear y me sentía importante.

Con todo, tuve que hacer promesas
Y mi madre firmó papeles que decían
Que yo estaba medio loco,
Y que culpaban en gran parte a mi profesor
-Ese hueón flojo que no nos hacía clase-,
Por instigar a sus alumnos
A este tipo de acciones.

Por si fuera poco,
Y luego del revuelo que causó todo eso,
El profesor que no nos hacía clase
Quedó casi como un héroe,
Y hasta terminó de novio con una profesora de francés
Que cruzaba las piernas y usaba faldas cortas
Y que era de izquierdas.

...

Así, mientras la seguía mirando
Cruzar las piernas, sentada sobre la mesa
Yo soñaba con escribir en ellas
Que si bien no eran de mi propiedad,
Era sin duda una gran injusticia
Que no lo fueran.

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