viernes, 2 de septiembre de 2011

Me revisa un doctor y dice que tengo influenza.

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Me revisa un doctor y dice que tengo influenza.

Me duele el cuerpo y estoy así desde hace un par de días, por lo que aún me quedan otros tantos con estas molestias.

-Al menos esa enfermedad va a pasar –me dice el doctor.

-¿A qué se refiere?

-A que serán solo unos días, luego el virus se controla.

-¿Pero a qué se refiere con “al menos esa enfermedad”? ¿Tengo otra acaso?

-Bueno, no sé si usted la llame enfermedad, pero es una forma de nombrarlo.

-Doctor, ¿puede ser más específico?

-¿No se ofenderá?

-No… no sé de qué podría ofenderme…

-Está bien, señor Vian… bueno… pensé que lo sabía, pero está usted embarazado.

-¡¿De qué mierda habla?!

-De embarazo… gestación de otro ser… ¿de verdad no está al tanto?

-No.

-¿Su padre no se lo dijo?

-¿Qué cosa… doctor? Esto es un absurdo…

-No lo es, señor Vian. Los hombres se embarazan, solo que tratamos que nadie lo sepa.

-¿Me está hueveando, doctor?

-Para nada, mire, le mostraré unas imágenes…

El doctor me muestra entonces una serie de fotos tomadas desde su computador personal, están escondidas en una carpeta que aparentemente contenía elementos y archivos de programa.

-Esta carpeta está en todos los computadores… es parte del secreto… -me explica el doctor.

-¿Pero entonces…?

-Sí, está embarazado, aunque apenas de un par de semanas… o poco más…

-Pero eso es imposible… es decir… no he tenido experiencias sexuales en ese tiempo… por opción personal, por supuesto…

-No se excuse, señor Vian, además esto nada tiene que ver con experiencias sexuales.

-¿Y cómo…?

-Sencillo. Los hombres nos embarazamos de una forma, digamos… metafísica.

-¿Podría ser más claro?

-Si su claridad tiene que ver con ser concreto o con dar un razonamiento científico, creo que no podré… esto no se entiende de esa forma…

-Pero en las imágenes que mostraba se veía algo… algo concreto, me refiero.

-Bueno, hay una etapa en que esto es concreto… pero luego todo se diluye…

-¿Quiere decir que el ser en gestación desaparece?

-No exactamente… digamos mejor que toma nuestro lugar, de un momento a otro.

-¡No lo entiendo…!

-Es simple: llegará el día en que dé a luz y se encontrará cara a cara con su hijo… pero este tendrá su misma apariencia… Será como mirarse al espejo, solo que desde el espejo… luego el hijo se va y lo reemplaza y usted desaparece… eso es todo.

-¿Entonces dar a luz es como morirse?

-Para nada… es como darse a luz uno mismo… nuestro hijo queda con nuestros mismos recuerdos e información genética.

-¿Pero el hijo es consciente de esto?

-En cierto sentido… verá yo soy mi hijo, por ejemplo…

-¿Cómo?

-Que yo ya di a luz… bueno, mi padre dio a luz, y desapareció, pero yo no noto la diferencia. No debe usted alarmarse, señor Vian, es parte de la naturaleza…

-Pero es que es algo sin sentido, doctor, cambiar para seguir siendo los mismos… es absurdo.

-Claro que lo es… pero todo lo es, si usted se fija.

-No creo… ¿no ha pensado que podría ser una oportunidad, un momento de inflexión, de…?

-Creo que sobreestima usted al género humano, señor Vian… cambiar sería dejar de ser uno mismo y nadie quiere renunciar a eso… todos seguir siendo lo que somos, por más que seamos una mierda…

-Pero…

-Pero nada… ya le expliqué su estado y espero que entienda que esto es un tema delicado, y que no puede saberse… Además es prácticamente indoloro y puede que en su caso el embarazo solo dure algunos años…

-¿Cómo… es tan largo el tiempo?

-Bueno… es relativo… pero hay hombres que se niegan a dar a luz toda la vida… y es que no quieren correr riesgos…

-¿Riesgos de qué?

-De cambiar, de ser distintos por algún pequeño inconveniente al momento del parto...

-Pues la verdad no sé qué decirle, doctor… todavía no me lo creo…

-Sí, supongo que es difícil enterarse de forma tan abrupta, pero es mejor que sepa la verdad… los hombres que no lo saben se sienten incómodos con sí mismos… y no saben a qué atribuir dicha incomodidad.

-…

-Y bueno… respecto a la influenza… quedan todavía unos días. Le anotaré unos remedios y…

-¿Pero sobre el embarazo no me dice nada más?

-Nada… ¿qué más podría decirle?

Y yo entonces guardé silencio, pues era cierto que nada más podía agregarse, en ese ámbito.

4 comentarios:

  1. Estás enfermo de literalidad. Esa es la verdad que le tenía que haber dicho el doctor. jaja

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  2. me he reído, pero me deja con inquietud existencial, es que estar programados por nuestros padres y seguir programando a otros hijos para que sean igual....que !carajada¡ DONDE ESTA EL SER REAL? JA

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  3. No lo encontré gracioso, me pareció mas bien triste. ¿Parirse uno mismo para seguir siendo igual, aunque se sea una mierda? Me parece un desperdicio...

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