domingo, 6 de noviembre de 2011

Isabella perdida en Isabella.

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“No creas en la verdad.
La verdad es diminuta comparada
con las cosas que aún tienes que hacer.”
Leonard Cohen.
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-¿Cómo quieres que se llame?

-Isabella.

-¿Y qué quieres que haga?

-Quiero que camine por un bosque, como esos de los cuentos…

-¿Esos en que los personajes se pierden?

-Sí, pero no quiero que se pierda.

-¿Y entonces?

-Quiero que pueda perderse, o que se pierda a ratos… pero que no se pierda.

-¿Y quieres que se encuentre con un lobo?

-Mmm… según…

-¿Según qué…?

-Según si es una historia para los demás o solo para mí.

-¿A qué te refieres?

-A si la van a oír los demás o solo es para mí.

-¿Y por qué sería distinto, si es tu historia?

-Porque si es para los otros va a ser fome sin un lobo…

-¿Pero para ti…?

-Para mí está bien sin lobo.

-Entonces dejémosla así.

-¿Y puede ser linda Isabella aunque no recoja flores…?

-Claro…

-¿Pero sin que recoja nada?

-No entiendo…

-Que si puede ser que Isabella solo camine por el bosque y que nos demos cuenta que es bella sin que tenga que hacer nada…

-Pero igual va a caminar.

-Claro, pero caminar no más… no saludar a los pájaros, ni recoger flores, ni suspirar… ¿se puede hacer eso?

-Sí, creo que sí… pero no sé si depende de la historia…

-¿Y de qué depende?

-Eh… no sé, del lector quizá…

-Pero si no hay lectores, de quién depende…

-No te entiendo bien…

-¿Puede depender de Isabella?

-¿Cómo…?

-Que sería lindo que dependiera de ella misma…

-¿Lo de ser linda...?

-Sí, y lo de ser feliz también.

-¿Quieres que ella sea feliz, entonces?

-Sí… pero poquito…

-¿Cómo “poquito”?

-O sea, no poquito, pero no todo el rato…

-¿Que llegue al final a ser feliz?

-Mmm… no, tampoco es eso…

-¿Y entonces?

-Que pueda ser feliz… y que ella se dé cuenta de eso… sí, puede ser eso…

-Creo que entiendo… ¿pero y el final?

-¿Ya llegamos al final?

-No… pero querría saber, ¿cómo quieres que sea el final?

-¿El final de Isabella?

-Claro… o sea del cuento de Isabella…

-Espera… no le digas cuento que suena feo…

-¿La palabra “cuento” no te gusta?

-No. No me gusta, suena como a mentira…

-Pero tú misma hablabas sobre los bosques de los cuentos…

-Sí, pero de los bosques… Isabella no es el bosque… eso es absurdo…

-¿Por qué?

-Porque sería como si Isabella se perdiera en Isabella…

-Pero no suena mal eso.

-¿Isabella perdida en Isabella?

-Claro, podría ser un buen título.

-Suena bien, pero no sería verdad… además el título me gustaría que estuviera luego de todo lo demás…

-¿Luego del final?

-Mmm… sí… o sea, si hay final…

-¿A qué te refieres?

-A que las sensaciones no tienen final, solo se transforman en otras cosas… permanecen de otra forma…

-¿Entonces Isabella sería algo así como una sensación?

-Tal vez… pero no es eso no más… ¿te imaginas?

-¿Qué cosa?

-Si fuera una sensación…

-No te entiendo…

-Escucha: “Había una vez un bosque por donde avanzaba una sensación. Y esa sensación se llamaba Isabella…” ¿te imaginas algo así…?

-Claro, y podría decir luego: “E Isabella avanzaba por ese bosque donde no había un lobo…”

-No…

-¿No qué?

-No puedes detenerte a decir lo que no hay… eso es de cobardes, y además es un camino del que no se sale…

-¿Por qué?

-Por que habría que decir luego que en ese bosque tampoco había brujas, o tigres, u osos y luego querríamos pasar una a una por las cosas que tememos, y eso nunca tiene fin…

-¿Por qué no tiene fin?

-Porque siempre le tememos a otras cosas.

-¿Y entonces tú dices que no hay que temer?

-No digo eso…. Temer o no temer no se escoge, pero nombrarlo sin necesidad a veces es llamarlo… y comienza a existir entonces.

-Sí… puede que tengas razón…

-…

-Pero… ¿y el final? No es que no pueda no haber, pero… ¿qué sucedería con Isabella…?

-¿Me preguntas si Isabella muere o no muere?

-No, pero…

-Porque si es eso resulta absurdo preguntarlo… Isabella puede morir, igual que nosotros, no podemos hacer nada con eso, y por eso tenemos que hacer la historia…

-No entiendo bien…

-Que tenemos que hacer vivir a Isabella justamente porque va a morir…

-¿Y no es que vaya a morir porque nosotros la hacemos nacer?

-Las sensaciones ya son desde antes, o ya nacieron o no son, y cuando nos damos cuenta que existen tenemos que hacer algo con ellas…

-¿Hacerlas vivir, dices tú?

-Sí, hacerlas avanzar por un bosque, porque puede haber un final…

-¿Puede haberlo aunque no haya lobo?

-Sí, porque Isabella avanza, y porque pasa el tiempo y a veces no se ve en el bosque…

- ¿Y si la dejamos quieta?

-¿Cómo…?

-¿Qué pasa si dejamos a Isabella sin avanzar en el bosque… y que no pase el tiempo y no oscurezca…?

-¿Crees que eso es darle vida…? Eso es hacer que muera antes de tiempo, que acepte morir antes para evitar que avance… sería como hacer una ilustración única…

-¿Y no tendría imágenes la historia entonces?

-No es el punto… pero si tuviese me gustaría que fueran como de esos libros donde se movían cosas…

-¿Y qué Isabella fuese algo así como un personaje que se moviera por un camino?

-Sí… pero más todavía, porque si es sensación se debiese mover todavía más libremente…

-…

-¿Por qué te quedas en silencio? ¿Te lo estabas imaginando…?

-Sí… pero también pensaba que sería triste un final…

-¿Aunque haya vivido antes…?

-Sí… sé que uno debiese pensar en otras cosas, ¿pero no te entristece que el final sea la muerte…?

-El final de las cosas sí, pero no de las sensaciones…

-Pero seamos un poco más concretos… ¿acaso no tienes miedo o tristeza de que incluso nosotros podamos morir? ¿O que les llegue e final a aquellos que nos rodean…?

-¿Te refieres a que yo puedo morir…?

-Claro, pero no solo tú…

-Sí, pero ¿quién decidiría eso?

-¿Quién decide que nosotros tengamos un final?

-Sí… yo creo que no sabes.

-Claro que no sé… ¿acaso sabes tú?

-Yo creo que sí…

-¿Crees que sabes quién decide sobre nuestro propio final?

-Sí, pero es un secreto…

-¿Y no podrías decírmelo?

-Sí, podría… pero quizá te sonaría absurdo…

-¿Por qué…? ¿Acaso me hablarás de Dios y esas cosas…?

-No… yo creo que es más sencillo… y que el final lo terminas decidiendo tú mismo.

-…

-Puede ser una buena o mala decisión, pero algo hay en uno que apresura ese final… y no siempre es algo que niegue a la vida… por eso no debiese ser triste…

-Pero entonces estarías afirmando lo que hace un rato negabas…

-¿Qué cosa?

-Qué Isabella está perdida en Isabella…

-Sí, puede que ahora sea así, pero eso solo porque Isabella ahora es otra Isabella… acuérdate que es una sensación…

-…

-¿Acaso no crees que es lindo ser una sensación y tener la posibilidad de transformarnos interiormente mientras avanzamos?

-Sí… pero…

-Pero nada… no discutas con las sensaciones, y pensemos mejor en que al terminar esta historia la habremos pasado transformada y alguien más tendrá a Isabella…

-¿Y serán buenos con ella? ¿Sabrán que es linda aunque no recoja flores…?

-Sí… yo creo que sí. Sinceramente creo que sí.

5 comentarios:

  1. me encanto, sinceramente me he quedado con isabella

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  2. Sí, claro que se puede ver que es linda sin necesidad que recoja algo. Excelente "cuento", en especial me parece destacable lo de "Temer o no temer no se escoge, pero nombrarlo sin necesidad a veces es llamarlo… y comienza a existir entonces.", sí, decididamente me gustó esa parte.

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  3. Hermoso. Me encantó demasiado...

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  4. Ey!! Soy Isabella.
    Ahora te sigo, pero después quien sabe ja,ja.

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