domingo, 4 de marzo de 2012

Guni: Otra vida

“La verdad y la falsedad pertenecen propiamente
a las proposiciones, no a las ideas.”
John Locke.


Querida Guni:

Es extraño su nombre, Guni. Por eso a veces lo repito tanto. Guni, Guni, Guni. Es como un idioma en sí mismo. Un lenguaje formado por un solo significante, pero que va cambiando de contenido según la entonación, o según lo que sentimos.

-¿Guni, Guni?

-Guni.

Solo una vez lo había escuchado y fue también a través de cartas. Pero eso es casi otra vida, Guni. Otra vida, sin duda.

¿Ha tenido usted muchas vidas con ese nombre, Guni…?

Disculpe que divague, pero su nombre también me suena a satélite pequeño, a luna delicada, y me cuesta creer que no signifique también todas las cosas bellas de este mundo…

Guni: Agua

Guni: Viento en los árboles

Guni: Tierra mojada

Siempre con raíces, Guni. Y es que su nombre parece venir desde dentro; no es solo nombrar algo que está en un lugar distinto a uno… Es decir, su nombre no puede decirse sin quererla, y sin que el nombre regrese hasta nosotros, luego que la haya visitado.

Guni boomerang.

Guni sin destinatario.

¿Es consciente usted, Guni? ¿Sabe lo difícil que es querer a alguien inasible…?

Porque usted está dibujada en el agua, Guni. Usted cae con la lluvia. Usted se deshace como el hielo…

¿Recibe acaso mis palabras? ¿Llegan hasta los distintos lugares por donde pasa su órbita?

¿Va a reunir sus átomos al menos una vez para no dudar de usted en los momentos difíciles?

Eso le pido, Guni.

Que usted tome forma para que el mundo tome sentido.

Y entonces habrá otra vida, Guni.

Otra vida.

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