miércoles, 23 de mayo de 2012

Edipo en el corazón (adivinanza)



No me repito,
dijo Edipo.

Pero pasa que tengo hipo.

Una vez estornudé
y tuve un hijo.

Hola, me dijo.

Soy Edipo.

Y claro,
es desde entonces
que tengo hipo.

Al no curarme
fui al doctor…
¡qué mal tipo!

Cobró por dos
(padre e hijo)
hizo una cruz incompleta
y aún así me bendijo:

No tienes cura
pero te haré una lipo,
sé que no la deseas
pero ansías pan
y no quieres trigo.

Tras escucharlo,
sin embargo,
una pregunta vino:

¿De verdad cree usted
que es importante saber qué digo?

¡Qué lío…!

Todo por andar sin ojos
antes de haberse visto.

Yo creo que de eso
habla en verdad el hipo.

Es decir,
del espíritu que se ahoga
en un cauce vacío.

¿Dónde quedó ese río?

¿Es ese el enigma
que no tiene principio?

(Un amor acabado
y una flor sin inicio)

¡Oh Dios…!
¡Cuánto vicio…!

Y es que el hipo empezó cuando Dios
encontró sin querer su ombligo.

Esto es una emergencia, escribió,
y envió un teletipo.

¡Pobre Dios…!

¡Pobre Vian…!

¡Pobre Edipo…!

Y es que al menos dos
no merecen lo malo,
porque son buenos tipos.

Los ángeles lo leyeron
y también don Mefisto.

¿Habrán comprendido el texto
o se acercarán igual
que los alumnos míos?

¿No habrá sido mucho
soportar el castigo?

¿Entiende usted lo que le digo…?

¡Pobre Dios…!

¡Pobre Vian…!

¡Pobre Edipo…!

Ese es mi enigma y no soy esfinge…

Arriésguese a adivinarlo
y descubra que no hay castigo…

¡Cuánto enredo por nada…!

¡Cuánto lío vacío…!

Quédese así con lo importante,

Y yo lo estaré agradecido.


1 comentario:

  1. En un cruce de caminos, se cumplió el destino !pobre Edipo! De aquel estornudo del padre nace el hijo Edipo, ponte a salvo Vian, no te de el hipo.
    No te ciegues Edipo, son cosas del camino y del río que empuja. No sirve de nada ni el hipo ni la ceguera ¿me explico? Jejeje.

    Una delicia ese juego de palabras donde ni la esfinge pregunta ni los dioses intervienen, ni uno. No te fíes de los médicos oráculos. Besito.

    ResponderEliminar

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales