miércoles, 20 de junio de 2012

Si no está roto, no lo arregles.


“Fiat justitia, pereat mundus”


I.

Leo La paz perpetua, de Kant.

Es un texto breve del que me habló un amigo y que me produce un extraño sabor cuando lo leo.

Esta, por cierto, es la tercera vez que lo hago.

El texto, quizá pueda ser definido como un tratado de paz donde prima la práctica y regulación de algunas conductas políticas, adoptando por momentos una forma jurídica… aunque claro, también aborda cierta fundamentación que entiende esta misma paz, como un estado no natural entre los hombres. Y claro, de ahí su necesidad de ser instaurada y regulada y etc.

Ahora bien, más allá del contenido específico del texto, decía antes que se trata de un escrito que me deja un extraño sabor –o sinsabor más bien-, cada vez que lo leo.

Dicho sabor, por cierto, quizá pueda asemejarse al de la hostia entregada en la eucaristía de la iglesia católica. Es decir, un alimento sin un sabor específico y cuya consistencia, tampoco parece semejante a otros alimentos tradicionales.

Con todo, la sensación que complementa la semejanza entre estos sabores, es el no convencimiento de la materia sagrada que se está consumiendo. Es decir, en resumen, leer La paz perpetua, de Kant, me deja un sabor similar al que le deja a un no creyente consumir la hostia consagrada, durante la eucaristía.


II.

Me gustaría creer en la paz perpetua.

No sé si entre los hombres, pero sí al menos con nosotros mismos.

Es decir, creer en la naturaleza humana que Kant siente más vinculada a la guerra y la violencia que al mantenimiento de lazos fraternales y tolerantes entre los hombres.

Quizá por eso, pienso ahora, es que he vuelto varias veces a este texto, tratando de imaginarme al Kant de la razón pura, o hasta al Kant de la rutina invariable y acotada, sintiendo la necesidad de plantear este tema, y proponer soluciones prácticas…

¿Y saben? Extrañamente creo en algo al interior de Kant…

Es decir, reconozco ciertos errores, pero creo en la humanidad de Kant, por sobre todas las cosas.

Y Kant, por cierto, es uno de nosotros.


III.

Otra lectura a la que he vuelto, aunque sin visitar el texto, es al de una noticia que apareció hace algunas semanas en un periódico común.

Dicha noticia, por cierto, hacía referencia a la impresionante cantidad de suicidios de veteranos de guerra norteamericanos -18 diarios, durante los dos últimos años-, sobrepasando con creces los caídos durante combate.

Ahora bien, ¿podemos dimensionar cómo, a pesar de planes de contingencia, tratamientos sicológicos y resguardos, pueden matarse 18 personas diarias que han participado en guerras donde, muchas de ellas, ni siquiera les tocó enfrentarse directamente a la muerte de otro hombre? ¿De qué es lo que fueron testigos, entonces, para tomar esa decisión...?

Pues bien, me gustaría creer que eso que vieron, o intuyeron, -aunque sea difícil de explicar-, fue algo desacorde con esa naturaleza que Kant niega que sea proclive a la paz, entre los hombres.


IV.

Hay un viejo dicho que dice “si no está roto, no lo arregles”.

Odio ese dicho.

Y sí… suelo evitar temas concretos, es cierto, porque me siento tibio al hablarlos y comentarlos desde mi vida también tibia, pero lo cierto es que algo anda mal incluso en lo que no está roto.

De hecho, creo que algo está irremediablemente mal, justamente en aquello que no parece estar dañado, y que parece incuestionable, en medio de lo que llamamos nosotros mismos.

¿Si no está roto, no lo arregles…?

Pues bien: ¡a la mierda ese dicho!

¡Si no está roto, rómpelo…!

Destruye incluso el corazón de hombre, que el verdadero puede estar en otro sitio.

¡Si no está roto, rómpelo…! repito.

Y luego hazlo mejor, o al menos inténtalo.

3 comentarios:

  1. Recuerdo, uf, desde mi infancia, que la hostia tenia gusto a pan sin levadura, consagrada o sin consagrar.

    No sé Kant, la violencia es innata, nacemos llorando, pero luego no estamos hechos para las pistolas aunque las empuñemos.

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  2. Yo evito temas concretos también, me siento como inconsistente. Eso sólo ocurre al verbalizar, por eso me cargan las conversaciones inteligentes.

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  3. sí,a la conversación ideal es entre r2d2 y chewbacca... o algo similar. saludos.

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