jueves, 6 de diciembre de 2012

Galletas chinas de la suerte.

“Abro una galleta china de la suerte
y adentro hay una sensación
que no comprendo”.



Algo cae en Siberia.

Leonard Cohen escribe una canción.

Un hombre orbita la Tierra.


Un alumno se duerme en una clase.

Mujer intoxicada con pastillas para adelgazar.

El chiste de la jirafa que tenía hipo.


Una puerta cerrada desde dentro.

La anciana que desconoce a su hijo.

Un auto olvidado junto a la carretera.


Sombras en los cráteres de la luna.

Grillos que dejan de cantar.

Un paraguas colgado en un armario.


El portero frente al tiro penal.

Millones de visitas a páginas pornográficas.

Contar ovejas, para dormir.


Lanzar un ramo de flores hacia atrás.

Mentir mirando a los ojos.

Estrellas brillando que no existen.


Una bomba en una escuela.

Las pequeñas acuarelas de Magritte.

El final de Las palmeras salvajes.


Sentimientos por la chica del informe del tiempo

Esconderse bajo las sábanas.

El temor que se tiene a los ratones.


Dormir en un tranvía, en Portugal.

Los burgueses de las películas de Rohmer.

Las cuentas de ahorros.


Un niño quieto sobre una cama elástica.

Kawabata quitándose la vida.

Calcetines que pierden su par.


Una persona cuenta hasta diez para calmarse.

El sonido de una radio mal sintonizada.

Alguien duda sobre la existencia del mundo.



Dioses, ciertamente, en los que nadie cree.


El fin del mundo cuando nadie lo espera.

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