martes, 4 de diciembre de 2012

Sueños entendidos a medias.


Creo que el nombre hacía referencia a un texto ficticio nombrado al pasar en un libro de la Highsmith. Sueños entendidos a medias, me refiero.

El libro de la Highsmith, por cierto, llevaba el título de El hechizo de Elsie –una traducción alejada del título original, pero que sirvió para venderlo en su momento como novela de suspenso.

Es decir, dentro del libro de la Highsmith se nombraba este otro libro llamado Sueños entendidos a medias… Apenas una pequeña referencia, según recuerdo, no más de media página y sin trascendencia en el relato, si les interesa saber.

Al parecer –si mi memoria no me falla-, el libro dentro del libro era ilustrado, y trataba de una pareja neoyorquina con un hijo y una hija en edad de ir a la universidad. Todos los personajes tenían sueños y expectativas que no podían, y quizá no querían, revelar al resto de la familia ni a nadie más. Así, los soñadores solo comprendían a medias sus sueños y fantasías, y solo a medias los realizaban en su vida real, a la vez que los otros personajes los interpretaban equivocadamente o no reparaban en ellos.

Y claro, recuerdo que cuando leí por primera vez el libro de la Highsmith y en él se hacía referencia a este otro libro, prácticamente me sentí un personaje de este último… y anoté esas palabras en una hoja, que guardé en un tercer libro cuyo título no viene al caso, pero que trataba de un hombre que despertaba amarrado a una silla, y que descubría que tenía una serpiente enroscada en una de sus piernas…

Hoy recordaba todo esto, porque tuve un extraño sueño donde ayudaba a una mujer, que estaba amarrada a una silla, a dar a luz a un niño… Sin embargo la mujer paría finalmente una serpiente, quien aparentemente había tragado algo pues tenía el vientre abultado.

La mujer amarrada gritaba entonces señalando que la serpiente tenía algo dentro… y que había que sacarlo.

Así, pensando que se trataba del hijo de la mujer, ocurría en el sueño que yo intentaba abrir la boca a la serpiente para introducir la mano y lograr sacar aquello que el reptil había engullido… y bueno… al final lo conseguía.

Se trataba de un libro pequeño, con dibujos, titulado Sueños entendidos a medias, de Joel MacPherson.

¡Cuántas vueltas…!

Y es que el libro de la Hishsmith lo leí hace casi diez años… y en el sueño, yo veía una a una las ilustraciones de este libro que solo apareció como mención en un par de párrafos… y que ya no recordaba.

Desconozco cómo recordé eso, y cómo puede ver esas ilustraciones… y mucho más cómo pude recordar en detalle aquello referido a ese libro apenas mencionado… pero al menos he llegado a una convicción.

La convicción es breve y es esta: el libro Sueños entendidos a media existe en algún sitio.

Es decir, yo conté sus páginas, leí fragmentos y miré sus 26 ilustraciones, con detenimiento.

De hecho, la última cosa que me asombró fue que en el índice de ilustraciones se mencionaba que 20 pertenecian a Jack Sutherland –personaje de la Highsmith-, 3 eran reproducciones antiguas, 2 pertenecían a una mujer cuyo nombre no recuerdo ahora y un único dibujo, aparentemente realizado por mí.

Ese dibujo, por cierto, era de alguien tirado boca abajo, con una bufanda que se movía por el viento, lo que contrastaba con el cuerpo rígido extendido sobre asfalto claro.

-Tienes que olvidar ese libro –me dijo la mujer que lo había parido, en el sueño.

Entonces desperté.

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