jueves, 20 de junio de 2013

Siempre vuelve.


-Siempre vuelve –me dijo-. Está acostumbrada. Va de una muralla a otra, nada más.

Yo comía una hamburguesa, mientras él me hablaba.

-No la culpo –continuó-, además debe ser algo familiar.  Yo creo que todo tiene que ver con el incidente ese cuando descubrió a su padre…

-¿Su padre no había muerto? –interrumpí.

-Sí. Pero fue justo entonces cuando descubrió a su padre… Es decir, ella se había ido de la casa, creo que tenía 16 o 17 años, no recuerdo… El punto es que logran ubicarla donde una amiga que la tenía escondida y le dicen que vuelva urgente, que su papá se está muriendo…

-Espera –dije mientras habría una última lata-. ¿De verdad pasó eso?

-Claro –contestó-. Le avisaron y se la llevaron urgente… aunque al final igual resultó ser tarde…

-¿El papá…?

-Sí. Había muerto. Nunca entendí muy bien cómo, pero al parecer había tenido un accidente y no quería salir de casa… me refiero a ir a un hospital.

-Entiendo.

-Entonces –siguió contando-, ella llegó y se encontró de golpe con el papá recién fallecido y la mamá llorando, y etc. Y claro… hasta los policías tomaban declaraciones y preguntaban por qué no habían llevado al hombre a un hospital y hablaban de una ley y hasta de un posible castigo…

-¿Por no llevar al papá a un hospital?

-Claro. Creo que te pueden culpar si hay alguien en peligro y no intentas salvarlo, con atención médica.

-Mmm –comenté.

-Cómo sea… el caso es que ella llegó en ese momento y vio todo eso que te cuento: policías, mamá llorando… y toda la conmoción en la casa.

-¿Y entonces?

-Entonces viene lo mejor. Imagina: ella logra ir hasta la pieza de sus padres y ve el cuerpo del suyo sobre la cama. Además, un doctor había llegado y necesitaban levantar un certificado o algo así… por la muerte… Y claro, debían desnudar a su padre…

-¿Y sufrió una conmoción por ver a su padre desnudo?

-Espera –me dijo-. Sí sufrió una conmoción… pero fue por la ropa interior de su padre.

-¿Cómo?

-Eso. Por la ropa interior –repitió-. Lo que pasa es que descubrieron que el padre llevaba abajo ropa de vestir de mujer, de esas llenas de encaje y…

-¿Me estás mintiendo, cierto?

-No. Fue así, según ella. Policías, madre y ella misma, por supuesto, descubrieron el secreto. De hecho, ella me cuenta que su mamá lloró entonces más que por la propia muerte… o como si recién entonces su padre hubiese muerto, o como si hubiese muerto nuevamente… no recuerdo exacto cómo lo contó…

-Ya… -dije yo-. Pero esto… ¿qué tiene que ver con que va a volver?

-¿No entiendes? –preguntó-. Siempre vuelve. Debe recordar lo del padre y no debe querer encontrar sorpresas. Siempre lo hace así. Se va y luego regresa. De hecho, calculo que ahora mismo ya debe de estar en casa…

-¿Lo han hablado?

-No es necesario –dijo mientras se ponía de pie y dejaba su parte, para la cuenta-. Siempre vuelve. Eso es lo importante.

Fue entonces que pagamos y nos despedimos.

Esto fue hace dos meses, más o menos.

No tenía idea que esa noche, él no había regresado.

Puedo jurarlo, si quieren.

De veras puedo hacerlo.

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