domingo, 21 de julio de 2013

Cómo va todo.


-¿Du Bois?

-Sí. Du Bois.

-¿Y quiere una habitación?

-Sí. Una sencilla.

-¿Por cuánto tiempo?

-Un mes, en principio.

-¿En principio?

-Sí. Quiero ver después cómo va todo.

-¿Todo qué?

-No sé bien… todo.

-¿Trabajo?

-Sí, trabajo, por ejemplo.

-De acuerdo.

-…

-¿Qué debo marcar en su ocupación?

-Pues no sé… marque desocupada, o turista.

-¿Es usted turista, señorita Du Bois?

-Lo he sido, pero ya conozco la ciudad.

-Claro, no se puede ser turista dos veces en el mismo sitio.

-Así dicen.

-¿Va a traer más equipaje?

-No. Solo este bolso, mientras tanto.

-Mientras ve cómo va todo.

-Claro.

-¿Y cómo cree que va a ir todo, señorita Du Bois?

-¿A qué se refiere?

-Ya sabe… me refiero a sus expectativas.

-¿También debe registrar eso?

-No. Pero me gustaría saber.

-¿Por qué?

-Digamos que es algo que yo no tengo.

-¿Expectativas?

-Claro, expectativas.

-No lo entiendo.

-Pues de cierta forma yo no espero que las cosas cambian, o que ocurra algo distinto a lo que sucede hoy.

-¿No espera que cambien o no le interesa que cambien?

-En mi caso es lo mismo. Ambas son instancias en que preferiría no saber.

-Sigo sin entender.

-Ya sabe… como con la fabricación de las salchichas… es mejor no saber.

-Claro.

-¿Come usted salchichas, señorita Du Bois?

-…

-¿Se molestó?

-¿A qué quiere usted llegar…?

-A sus expectativas, señorita Du Bois. Me interesa la forma de decidir de las personas… de decidir según las circunstancias, me refiero… según cómo van las cosas…

-¿Acaso usted no actúa así?

-Pues no. Yo más bien acepto a priori. Y voy hasta el final.

-¿Y por eso cree tener derecho de criticar mi conducta?

-No la criticaba, solo esperaba comprenderla…

-Yo pensé que usted prefería no saber, como con las salchichas.

-Pero usted no es una salchicha, señorita Du Bois.

-Pues si es por ahorrarme esta conversación déjeme decirle que hasta preferiría serlo.

-No diga eso. No debiese bromearse con dejar de ser lo que uno es. Eso no debiese ponerse en duda… menos aún por los demás, o por…

-¿Me entrega la llave, mejor? Estoy cansada. Creo que ya di los datos necesarios.

-Tiene usted razón. Aquí está su llave, señorita Du Bois.

-Gracias.

-No hay de qué. Que descanse.

-¿No va a ayudarme con el bolso?

-Preferiría no hacerlo, señorita Du Bois. Buenas noches.

-¿Esta usted bromeando?

-No. De hecho siempre hablo en serio. Ese es mi problema.

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