domingo, 1 de septiembre de 2013

Como a Newton.


Me pasó como a Newton.

O como la leyenda dice que le ocurrió a Newton.

Me refiero a estar sentado bajo el árbol y la caída de la manzana.

Fue hace muchos años y yo no tenía teorías.

De hecho, ni siquiera creía en teorías, ni en nada que no fuese evidente.

Ocurrió entonces que yo estaba bajo el árbol calculando la resistencia de sus ramas.

El árbol estaba mojado pues había caído una lluvia breve.

Las manzanas en el árbol también tenían gotas y hasta brillaban un poco, colgadas de las ramas.

Fue entonces que cayó una.

Una manzana, por supuesto.

Cayó como si me hubiese estado esperando.

Cayó justo en una de mis manos, me refiero.

Una manzana verde, recuerdo, justo en una de mis manos.

Y claro… por un momento me sedujo la teoría.

La probabilidad, me refiero, de que esa manzana cayese justo en una de mis manos, mientras yo miraba desde abajo.

Me sentía especial… superior casi… como si hubiese hecho que la manzana viniese hasta mí, de alguna forma.

Quizá por eso, guardé esa manzana y decidí no comerla.

Y es que pensé que esa manzana sería el inicio de una teoría que, erróneamente, me tenía a mí mismo como centro.

Por suerte, mi intención de teorizar duró poco.

Así, recuerdo que estaba esa misma noche, a medio dormir, cuando creí descubrir otra cosa.

Una cosa que también se revelaba a través de la manzana, pero donde yo era apenas uno más de un número inmenso de personas.

Y es que lo que creía descubrir era que la manzana cabía perfectamente en mi mano.

Es decir, no era tan grande como para no poder tomarla, o tan chica como para que se  escurriera…

Y cabía, por cierto, de una forma similar en todas las manos de hombres del mundo.

Esa era la verdadera revelación, pensé entonces.

Algo así como un diseño… o como una ración que alguien calculó especialmente a tu medida… o a la medida estándar de todos, más bien…

Tras eso, a oscuras, recuerdo que en ese mismo instante, tomé esa manzana y la mordí.

Y claro… decidí quedarme con el sabor, en vez de las teorías.

¡He desaprendido tantas cosas…!

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales