lunes, 30 de diciembre de 2013

Casi fábula.



Un hombre que vivía cerca del mar intentó matarse.

Creo que fue en una caleta, cerca de Puerto Montt.

Eligió para esto un método no del todo común.

Dicho método consistía en nadar derecho mar adentro, hasta que lo venciese el cansancio y entonces morir ahogado.

Lamentablemente, el hombre fracasó en sus tres intentos.

Y es que el mar devolvía siempre a orilla a aquel hombre, sin dejarle cumplir con sus propósitos.

La gente, en tanto, comentaba que siempre lo había intentado por razones diversas.

La primera vez fue por dinero, luego por amor y finalmente por desesperación.

Ignoro si era cierto, pero a mí me sonaba como a comercial de película.

El punto es que finalmente el hombre dejó de insistir y se dedicó a jugar cartas.

Comenzó a visitar casinos y jugaba todo su dinero al póker.

Una vez, incluso, salió en el diario porque ganó en el póker, un torneo importante.

Fue en esa misma oportunidad, de hecho, donde contó detalles de sus tres intentos de suicidio.

Relató así, por ejemplo, un extraño encuentro con una medusa, cada vez que intentaba matarse.

Así, explicaba que dicho encuentro era siempre su último recuerdo, antes que lo recogiesen devuelto en la orilla.

No sé nada más sobre su historia.

No hay metáforas.


2 comentarios:

  1. El mar lo escupía...jejeje... o esa medusa lo transportaba...

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  2. Yo leí, en el mismo diario, que en una partida en que no tenía una muy buena mano, quiso hacer trampa y le metieron un balazo entre las sienes... La muerte siempre gana...

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