viernes, 31 de enero de 2014

Cómo se hizo la ballena.



Lo descubren tras un examen de rutina. Un dolor reiterado al estómago que lo obliga hacerse una ecotomografía. Así, tras captar cierta anomalía los exámenes siguen hasta dar con aquello.

-¿Es un tumor, doctor?

-¿Es benigno?

-¿En qué fase se encuentra?

El doctor explica entonces que no, que de cierta forma es un tumor, pero que en realidad se trata de otra cosa. Lo citan entonces en una prestigiosa clínica. Lo hacen firmar papeles para registrar su anomalía a cambio del tratamiento gratuito.

-¿Pero qué es doctor?

-¿A qué se refiere con qué es algo vivo?

-¿Una especie de Alien?

Él se acuerda entonces de un piano que había en casa de abuela. Un piano grande que estaba en un cuarto casi al centro de la casa. Lo extraño era que el piano no cabía por la puerta del cuarto en que se encontraba… ¿acaso estaba ahí desde antes que la casa?

-¿A qué se refiere con que es una especie de ballena…?

-¿Y cómo se formó, doctor?

-¿Cómo se hizo la ballena?

Nadie se pregunta cómo. Es decir, lleva días ahí, entre exámenes. Llegaron incluso doctores extranjeros. No entiende qué dicen. A veces las cosas no tienen razón. En eso piensa. Por la noche se acuerda de la historia de Jonás así que pide una Biblia, para el otro día.

-¿Hasta cuándo voy a estar acá, doctor?

-¿La van a quitar o la van a dejar dentro?

-¿Hay alguna conclusión?

Ya nadie le habla. No es que tenga mucho qué hacer, pero quiere irse del lugar. Irse aunque sea con la ballena dentro. No tiene misión, pero igual quiere irse. Es el AntiJonás, el hombre sin misión que guarda dentro de sí la ballena que quizá rehuyó de algo…

-¿Me está ofreciendo un sueldo, doctor?

-¿Dinero por estar acá, mientras filman el procedimiento?

-¿No cree que eso es poco ético doctor?

Qué mierda. La ballena dentro del hombre. El hombre dentro de la sala. La sala dentro de la clínica. Todo eso y los doctores abriendo todo el día cajas chinas. Así no se descubre el cómo, piensa el hombre. El secreto es otra cosa, no se busca de esa forma.

-¿Estoy sedado, doctor?

-¿De verdad tenía una ballena o el problema es otro…?

-¿Esta es la operación definitiva?

El hombre fuera de la clínica. Aparentemente recuperado. Lo que fuese que había estado dentro suyo podría haber llegado al corazón. Se salvó de una muerte segura, le dijeron. Todos olvidan la ballena como olvidan el apéndice. Nadie lo pide de recuerdo, nadie lo extraña.

-¿Puedo hacer mañana mi vida normal, doctor?

-¿Puedo hablar de lo ocurrido?


-¿Qué es esa sensación que quedó, como un vacío…?

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