lunes, 11 de mayo de 2015

Un cuento tradicional marroquí.


Leo un cuento tradicional marroquí donde un hombre cambia a su mujer por dieciséis camellos.

En dicho relato, el hombre celebra haber hecho un buen negocio pues ya estaba cansado de su mujer.

Así, para celebrar la transacción, el hombre hace una gran fiesta a la que invita a sus amigos, que también ven como una posibilidad hacer una transacción parecida.

Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, el hombre se va dando cuenta que no saca ningún provecho concreto de los camellos, y que, contrariamente a lo que pensó en un primer momento, estos solo le ocasionan nuevos gastos.

Es entonces que, para satisfacer estos gastos, el hombre se ve obligado a vender sus pertenencias, pues necesita alimentación para los camellos y hasta pagar a un curandero porque uno de los animales estuvo a punto de morirse.

Así, tras unos meses con los animales, se menciona que al hombre solo le quedaba su biblioteca, como única posesión.

Y para colmo de males, señala el texto, a los camellos les gustaba hacer ruido por las noches, por lo que el hombre sufría de insomnio y se dedicaba, casi todo ese tiempo, a ordenar su biblioteca.

De ahí en más el texto cambia, y pasa a desarrollarse como esas típicas narraciones enarcadas, pues el hombre de los camellos comienza a narrarle a sus animales, noche tras noche, algunas de las historias de sus libros.

Luego, para más detalle, el hombre logra identificar qué tipo de lecturas le gusta a cada uno de los dieciséis camellos.

El más grande y respetado de todos, por ejemplo, le gustaba que le leyeran el Corán.

Por último, cuando hubo terminado de leerles los libros, el hombre decide venderlos y crear él mismo sus historias. Una cada día, para que los camellos estuvieran satisfechos.

Y claro… yo no sé si el texto me está hueveando, o simplemente se trata de una serie de coincidencias, pero lo cierto es que me inquieto un tanto y dejo hasta ahí ña lectura.

.Afuera, tras la ventana, además, ya comienzan a verse siluetas extrañas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales