Ese que no era yo.

La primera vez me di cuenta mientras encendía un cigarrillo.

Mientras encendía un cigarrillo me di cuenta que no era yo.

Me di cuenta que no era yo, porque yo no fumo.

A veces me pasa.

Entonces, cuando lo descubro, busco mirar algo de ese que no soy yo.

Mirar algo de ese que no soy yo y adivinar un poco.

Adivinar un poco de la historia del que no soy yo y hasta de su propia consciencia.

Adivinar e investigar un poco.

Una vez, por ejemplo, busqué en el pantalón y encontré un  carnet.

Encontré un carnet una vez y otra vez encontré un arma.

Encontré un arma alguna vez y otra vez encontré unas fotos viejas.

Yo guardo aquellas cosas.

Es raro, sin embargo, ver el mundo por ese que no soy yo.

Por ese que no soy yo ver el mundo y descubrir que es siempre otra cosa.

Siempre otra cosa y siempre ahí y siempre tan lejos.

Es difícil de expresar.

La última vez me di cuenta también por un cigarrillo.

También por un cigarrillo que yo le sostenía a un otro.

Le sostenía a un otro y tal vez yo era el mundo, pero mirado desde mí.

Intenté dormir temprano, aquella noche.