viernes, 28 de agosto de 2015

¿Qué historia?


¿Qué historia?

Pues mira…

Imagínala si quieres con un protagonista como vos.

En un contexto como este.

Con problemas similares a los tuyos.

No me compliques más allá.

Te lo digo en serio.

Hay cosas más importantes que leer una historia.

Eso nunca asegura nada.

Aunque te emocione hasta las lágrimas.

Aunque sus temas te parezcan trascendentes.

Aunque sus palabras se claven en ti como alfileres.

No busques el camino fácil.

No seas cómodo.

Pídeme mejor otra cosa.

Una receta de cocina.

El nombre de una fruta exótica.

Una clave para un puzzle.

Además yo también estoy cansado.

Siempre, digamos, pero desde hace un tiempo más.

Apenas hilo frases.

Apenas busco por ahí.

Apenas trato de mantenerme limpio.

Lo peor es que descansaría un poco…

Descansaría pero vos no sabrías valorar mi silencio.

Te escribo hace años y aún no te arriesgas a creer en mí.

Nada de esto es otra cosa que un regalo.

Incluso las malas palabras.

Incluso las fomes.

Incluso las trabas que hoy por hoy surgen a cada rato.

No te lo digo con rabia, pero trata de hacerte cargo.

Sal y mira la luna.

Busca el sentido en otro lado.

¿Quieres un final, ahora?

Pues tengo una idea.

Haz el esfuerzo y escríbelo tú mismo.

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