lunes, 7 de septiembre de 2015

Nos merecemos otra cosa.


No voy a hablar de un panal de abejas.

Tampoco voy a fingir hacerlo.

Mucho menos cuando no me interesa hablar, justamente, de un panal de abejas.

¡Hay tantas otras cosas…!

Y es que puedo transar, claro…

Puedo incluso aceptar un par de versos.

Aceptar un zumbido por ahí…

Aceptar un poco de miel…

Aceptar incluso contrariar la idea de conjunto.

Pero lo cierto es que hablar de abejas, es algo que no quiero.

Con todo, tampoco estoy de ánimo para abarcar de gran manera, otros desafíos.

¡Ni siquiera de mediana  manera…!

Con todo, no hacerlo, no tiene que ver con la idea de guardar silencio.

No tiene que guardar relación con la idea de no decir.

Y es que nos merecemos otra cosa.

Tal vez no hoy, justamente, pero es cierto.

Tal vez hoy está el cansancio y el no creer y todas esas cosas…

Tal vez hoy puedo aceptarlo.

Sin embargo, no deja de ser cierto que hay una especie de labor de todo esto.

Cierto ideal cada vez más gastado que se aferra a uno, desde el hueso.

Ya ni siquiera se trata de una opción legítima.

Ya ni siquiera se basa en la confianza o la fe en los otros…

Con todo, eso es algo que no dejo de tener.

Y es que como decía antes… nos merecemos otra cosa.

No un panal de abejas, tal vez.

No la organización máxima.

Pero algo de eso ha de venir con el tiempo

Lo presiento.

Lo ansío.

Lo espero.

Y es que nos merecemos otra cosa, aunque pueda  parecer algo lejano.

No voy a hablar, sin embargo –reitero-, de un panal de abejas.

No voy a tranzar, al menos, en ese punto.

Esa es mi última oferta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales