viernes, 29 de enero de 2016

Formas de conseguir una langosta.

"¿Habrá alguien que piense en las...?
Ah, mierda... ¿cómo se llaman esos bichos?"
Woody Allen

I.

-Papá…

-Dime.

-Esa langosta me hizo un gesto obsceno.

-¿Cómo…?

-Que esa langosta, la del acuario de allá, me hizo un gesto obsceno…

-Ese no es un acuario, es una vitrina… esas langostas están ahí para ser comidas.

-Pues no importa… esa me hizo una grosería… se burló de mí…

-¿Y vas a llorar por eso?

-No lloro por eso…

-¿Y entonces?

-Lloro porque no haces nada… porque me hacen algo y tú no quieres hacer nada… siempre eres así…

-¿Y qué se supone que haga…? ¿Quieres que vaya a hablar con la langosta y la obligue a que se disculpe?

-Ahora tú te burlas de mí…

-No me burlo, te explico.

-Te burlas… con mamá eras igual…

-Tu mamá no tiene nada que ver en esto.

-Mamá me defendería.

-¿Te defendería…? ¿Y cómo te puede defender de una langosta?

-Impidiendo que vuelva a tratarme igual…

-¿Tratarte igual de qué…? De seguro esa langosta no te hizo nada… Es absurdo…

-¿No me crees…? ¿Le crees más a la langosta que a tu propio hijo…?

-No he dicho eso, yo…

-…

-Deja de llorar, yo solo te preguntaba qué habría hecho tu madre.

-No… tú me tratabas como mentiroso y…

-No hijo… de verdad… Dime, ¿qué habría hecho tu madre?

-Habría hecho que mataran a la langosta.

-¿Quieres que la maten?

-Sí… tú dijiste que están ahí para eso…

-Dije que para ser cocinadas, no para que las maten porque sí…

-Entonces que la cocinen…

-¿Quieres que la pidamos para comer…?

-Bueno…

-Está bien… Espera… ¡Mozo…!

-Papá… pídela con salsa y papas duquesa…


II.

-Pobres langostas.

-¿Qué…?

-Pobres langostas… míralas ahí, esperando que las llamen a morir…

-Todos vamos a morir…

-Sí, pero no seas insensible… el problema no es que vayan a morir, sino las condiciones de la espera…

-¿Qué condiciones?

-El stress, el poco espacio…

-Nosotros vivimos con tu madre.

-No seas tonto… esa forma de esperar la muerte es horrible…

-Yo trabajo 12 horas diarias… y ni siquiera tengo tenazas…

-¿Acaso sientes nada por ellas?

-No. Sinceramente no… El agua está limpia… las alimentan…

-Pues eres un insensible…

-Vamos… si ellas tampoco sienten nada por nosotros. Si fueran cincuenta veces más grandes de seguro nos comerían sin pensarlo…

-Tú no eres 50 veces más grande…

-Bueno 20, da lo mismo… ¿pedimos ya? Hay un menú de oferta con…

-Mi amor, tengo una idea…

-¿Idea sobre qué?

-Sobre cómo aliviar a las langostas…

-¿Aliviar a las langostas?

-Sí, podríamos pedir una no crees… para que no sufra…

-¿Quieres que pidamos langosta?

-Quiero que liberemos a una de esa espera…

-¿Sabes cuánto valen?

-Eres un insensible, me invitas a comer y solo para ver el sufrimiento de unos pobres bichos…

-No es eso, pero…

-Pues yo no puedo comer si las veo ahí…

-¿Nos cambiamos de mesa?

-…

-¿No quieres cambiar de mesa?

-…

-¿Te molestaste?

-…

-De acuerdo… pidamos una de ellas…

-Mira… yo creo la más grande tiene  cara de sufrir más, ¿no crees?


III.

-¿Eres ateo?

-Sí.

-Pues estás equivocado.

-¿Por qué?

-Porque esa langosta es Dios.

-¿Cómo?

-Esa langosta de ahí, la de la derecha… puedo asegurarte que esa langosta es Dios…

-¿Estás de broma?

-No, te lo digo en serio… como un problema lógico, si quieres…

-¿Puedes comprobarlo, acaso?

-Sí, pero no me corresponde a mí probarlo.

-¿Por qué?

-Porque creer es en última instancia un acto de fe… el ateísmo en cambio es el que racionalmente debe demostrar la inexistencia…

-¿Y acaso yo podría demostrar que esa langosta no es Dios?

-Podrías intentarlo, pero fallarías…

-Pues si me dices cómo hacerlo de seguro no fallo.

-¿De verdad quieres intentarlo?

-Claro, eso te estoy diciendo…

-Pues pídela, si la comemos y el mundo no se acaba, quiere decir que no lo era…

-Eso es estúpido.

-No, no lo es… si nos comemos a Dios algo debe pasar en el mundo… desarmarse tal vez…

-¿Desarmarse?

-Sí, como un libro al que se le caen las letras… perder el significado, ya sabes…

-¿Y si no pasa nada?

-Si no pasa nada… eh… entonces tú ganas.

-¿Y qué gano?

-Pues mira… pídela mientras, y de ahí te digo…

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