Instancias de aprendizaje.

Me encargan un texto sobre las instancias de aprendizaje. 

Origen del término, focalización según escuelas y esas cosas. 

Y claro, yo lo hago porque debía un favor y porque estoy cesante.

Una mierda de trabajo, si soy sincero.

Con todo, me entretengo tratando de escribirlo sin usar la palabra aprendizaje.

Hasta el momento lo he logrado, salvo el título.

Y es que me desagrada profundamente ese término.

De hecho, me desagradan aún más las personas que utilizan ese término.

Los siento falsos, diría, si tuviese que explicar... o al menos equivocados.

Y es que no existe el aprendizaje.

Creo profundamente que no existe.

No al menos desde esa idea de “incorporar” algo al educando.

Conceptos, procedimientos, herramientas... llámenlo como sea.

Soy profe hace trece años y cada día estoy más convencido de eso.

Aunque claro, tienen todo el derecho a pensar que estoy equivocado y que es justamente por eso que me encuentro cesante.

Además, no voy a perder tiempo en discutir esas cosas.

Por otro lado, si me preguntaran en qué creo, si no acepto el aprendizaje, mi respuesta sería breve:

Creo en la comprensión.

En la comprensión y en el acercamiento profundo hacia uno mismo, los otros y las cosas (1).

Por lo mismo, comprendo que es un error escribir el texto sobre las instancias de aprendizaje.

Más allá si utilizo o no esa palabra vacía.

Lo sabía desde antes, obviamente, pero intentaba justificarme.

Ahora me he acercado a esa comprensión y he borrado lo que llevaba escrito.

También he abierto el mail, pues debo informar que no enviaré lo acordado.

Por último, busco en un libro de Vonnegut un párrafo referido a los hombres que se esfuerzan por aprender.

Si lo encuentro, lo adjunto como comentario.

Antes de acabar este texto, sin embargo, quisiera reiterar que creo sinceramente en la comprensión y en el acercamiento profundo hacia uno mismo, los otros y las cosas.

De hecho, por eso escribo acá hace casi seis años, sin fallar ni un solo día (2).

Y por eso, claro está, lo seguiré haciendo.

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Notas:

1: No existe un orden imperativo (ni jerarquía alguna) entre estos tres aspectos.

2: Lo digo con orgullo, porque a veces cuesta.