lunes, 1 de febrero de 2016

No entiendo la pregunta.


(…)

-Disculpe, pero no entiendo la pregunta.

-¿Qué pregunta?

-¿Cómo…? No entiendo… De verdad no sé… no entiendo las preguntas, ese es mi problema, por eso vine a hablar con usted.

-¿Y qué tengo que ver yo con ese problema?

-Ya ve, no entiendo su pregunta. Es terrible… Porque la gente interroga a cada rato, no sé si usted se da cuenta… y una cuando no responde pues ya ve… se aísla… se queda una sin nada que decir que le interese al otro… ayúdeme por favor…

-¿Y cómo podría ayudarla?

-De nuevo no entiendo. Por favor no me pregunte. Yo puedo hablar, contar cosas si quiere, pero responder no puedo. No sé cómo hace la gente para eso… Puedo dar nombres, por ejemplo… fechas… pero no puedo responder preguntas… no las entiendo… no entiendo qué pueden querer los demás que yo diga…

-Pero si puede dar datos… ¿podría decirme cuando nació, por ejemplo?

-¿Decir qué…? No entiendo. Me concentro incluso, pero no entiendo. De verdad me esfuerzo. Ni siquiera puedo llenar formularios... Si quiere puedo hablar largo sobre algún tema y si usted me escucha puede que termine diciendo eso que usted quería preguntar… tarde o temprano tendremos que intersectarnos, como las rectas…

-Pero es imposible que eso le ocurra… ¿no aprecia usted que es solo un cambio de tono?

-No sé bien qué me preguntó, pero puedo decirle que sí me ocurre… que me pasa desde pequeña… a veces intuyo qué quieren, pero cada vez se me hace más difícil… y es que siento que cada vez preguntan más… a medida que uno crece, me refiero… Ya no sé que hacer… quiero comprar algo y me hacen preguntas… trato de explicar con claridad y siempre preguntan algo… quieren robar mi lenguaje, mis palabras… ¿qué pueden querer que yo diga…?

-…

-Es difícil la vida así… Entre los otros, me refiero. Porque yo sola no tengo problemas. Observo los árboles, riego las plantas, atiendo mis mascotas… nadie me pregunta nada… y es normal... eso debiese ser… Pero entonces llegan los otros y comienzan las preguntas… Es como si todo lo que tuviese significado fuese cortado… desunido… Es difícil la vida así, ¿no cree?

-Sí, supongo… Aunque siempre tiene alguna dificultad…

-Espere… creo que entendí eso…

-Claro, no era una pregunta.

-Ah… por eso…

-¿Puede conversar fluidamente cuando no hay preguntas?

-¿Cómo…? Disculpe, de nuevo no entiendo… De verdad es terrible.

-No, disculpe usted, me olvidé de orientar las palabras de otra forma.

-No se preocupe, nadie puede conversar sin preguntar… no es culpa suya.

-¿De verdad lo cree?

-Supongo que volvió a preguntar pues no entendí lo último que dijo…

-Nada importante… No dije nada importante…

-Todo es importante, no crea… solo están de más las preguntas… eso es lo que hace difícil la vida, finalmente… o eso es al menos lo que yo he pensado.

(…)

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