martes, 8 de marzo de 2016

Eso es algo que ya no importa.


Es raro.

Era algo así como flotar.

Pero no flotar en algo fuera de uno.

Me refiero a que era como flotar sobre mí, de espaldas.

Como si yo mismo fuese el agua, digamos.

Y como si yo fuese también un cuerpo
que flotara sobre mí mismo.

Lo intenté explicar un par de veces.

Con palabras similares a las que acabo de decir.

Y es raro.

Raro porque creo que aquellos con quienes hablé
entendieron lo que dije.

Lo entendieron, decía,
pero al mismo tiempo,
no comprendieron nada.

Por lo mismo
podría decirse que simplemente
seguí flotando sobre mí mismo.

De esta forma,
la corriente me llevó
hasta las costas de una isla.

Y esto también es raro,
pues la isla,
resultó ser también
parte de mí mismo.

Así, contrariado,
intenté explicar esto
a algunos que creí cercanos.

Y claro…
ocurrió nuevamente
que ellos lograron entender,
pero no me sentí comprendido
en lo absoluto.

Y es que desde su entendimiento
ellos me dijeron, por ejemplo,
que me estaba dando mucha importancia…

¡No entendieron una mierda…!

¡Nada hay menos importante
que flotar en uno mismo…!

De todas formas,
de eso ya hace mucho…

Hoy, de hecho, 
ya no intento explicar nada.

Y es que ocurre simplemente
que ocurrió lo del título:

Eso es algo que ya no importa.

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