miércoles, 9 de marzo de 2016

Pegarle al profesor de yoga.


-Lo cierto es que lo encontraba chanta –me dijo-. O sea, ese es el resumen... Pero la historia es otra.

-Cuéntala –dije yo.

-Es que no sé… tampoco es que haya mucho que contar… Pero el caso es que desde que llegó a la villa las cosas cambiaron…

-¿En qué sentido?

-En un mal sentido po, hueón… Me refiero a que el tipo vivía como a dos casas y siempre estaba con esa actitud superior… como si los demás fuésemos hombres de utilería…

-¿De utilería?

-Sí… Me refiero a que te miraba como si él fuese el único de verdad, y todos los demás llevásemos una especie de vida equivocada…

-Pero, ¿les decía algo?

-No… O sea, a nosotros no, pero el hueón puso ese taller y entonces comenzó a hablarle a nuestras esposas… Ya sabes… la armonía espiritual y toda esa mierda…

-¿Y qué hicieron ustedes?

-Al principio nada po, hueón… Dejamos que ellas fueran e hicieran ejercicio… yo pensé que se trataba de eso no más…

-¿Y no fue así?

-No po, hueón… ese es el punto… De a poco las mujeres comenzaron a cuestionarnos… a vernos como hombres a medias, digamos… como si nos faltase saludar al sol y toda esa hueá…

-¿Pero te lo dijeron así, directamente?

-Sí po… Si hablaban de esa pura hueá… Uno llegaba a la casa y te salían con el discurso… A mí la Carla me hueveaba por el aura, por ejemplo, decía que el profesor le había dicho que yo tenía que trabajar en mi aura…

-¿Y qué le dijiste tú?

-¿A la Carla?

-Sí.

-A ella casi nada… o sea, al principio me enojaba, pero después comencé a hacerme el hueón, mejor… Fue entonces que decidimos pegarle al profesor de yoga…

-¿Los hombres de la villa?

-Sí… o sea, los más amigos, claro… Era como para proteger a nuestras mujeres… El Marcos, Walter, el Aldo…

-Pero Aldo no tiene ni esposa….

-Pero nos apoyaba po, hueón… Además peleaba bien, y era de la villa…

-¿Pero eran necesarios tantos para pegarle?

-No po… al final no, si el hueón ni se defendía… pero habíamos pensado que el tipo sabía alguna hueá… como monje shaolín, o algo así…

-Sí po, si se les paso la mano…

-Puede ser… Pero al final como lo vimos penca nos fuimos turnando… después del día en que lo asustamos todos, le pegó el Marcos solo… después el Jorge…

-¿Jorge…? Pero si es súper chico… yo pensé que ni peleaba…

-No, si no pelea… pero el profe de yoga no se defiende…

-Pero lo fracturaron po, hueón…

-Sí, puede ser… pero Walter también se fracturó…

-Pero se fracturó pegándole po, hueón… Se fracturó la mano…

-Pero se fracturó po, hueón… Esa hueá te dije…

-¿Y fue entonces que el profe los denunció?

-No, hueón… si no nos denunció…

--¿Y entonces…? ¿Estay aquí de gusto, acaso?

-No po… si igual es por eso… Lo reconozco... pero me denunció la Carla…

-¿Ella…?

-Sí… me lo contó después eso sí… dijo que lo hacía por mi bien…. Que iba a comprender todo después…

-¿Y…? ¿Has comprendido algo?

-Ni una hueá… pero pa que me saquen luego estoy estudiando… Del espíritu y toda esa mierda…

-¿Y la Carla?

-Creo que se fue unos días a vivir al taller…

-¿Con el profe de yoga?

-En el taller, hueón… Siempre está lleno de mujeres ese lugar…

-…

-Yo calculo, en todo caso, que me sueltan en el juicio del martes… ahí pretendo hablar bien con ella, y hacerla entrar en razón…

-¿Hacerla entrar en razón?

-Sí po, hueón… eso es lo más difícil… que razone y vuelva a la casa…

-¿Y si razona y decide otra cosa?

-¿Viniste a huevearme…?

-No… te lo digo en serio.

-No va a pasar eso, hueón… Yo conozco a la Carla…

-¿Estay seguro?

-Seguro po, hueón… conozco su aura, su espíritu… toda esa mierda…

-Suerte entonces.

-Gracias, hueón... pero...

Etc.

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