lunes, 20 de junio de 2016

Nubes nuevas.


-¿Algo hermoso que recuerde de cuando era pequeña?

-Sí… ¿tienes algún recuerdo de ese tipo?

-Hmm… no sé bien. Me acuerdo de algo, pero era más bien extraño…

-¿Qué cosa?

-Una especie de obsesión, digamos… una obsesión por algo que yo sentía hermoso…

-¿Algo que sentías hermoso?

-Si… puede sonar raro, pero estaba obsesionada con las cabritas.

-¿Cabritas…? ¿Qué cabritas?

-Cabritas… o palomitas de maíz, pochoclo… ya sabes…

-¿Y las encontrabas hermosas?

-Sí… o sea, no como objeto concreto, pero la transformación que tenían… eso me impresionaba…

-¿El cambio desde el grano de maíz…?

-Sí. Había un negocio en que vendían de esos granos y comprábamos siempre… mamá las metía en un olla y sonaban… yo pensaba que era magia…

-Entiendo eso, pero… ¿eso te parecía hermoso?

-Claro… o sea los granos eran toscos, iguales… sencillos… luego las palomitas eran… no sé, como nubes nuevas… ¿las has mirado de cerca?

-Creo que no.

-Pues son hermosas… y claro… en ellas como que estaba la promesa de convertirse en algo hermoso, de golpe… y yo estaba obsesionada en saber cómo se hacía eso.

-¿La transformación?

-Sí. Puede sonar tonto, pero de verdad yo pensaba que era una especie de magia, o algo de la olla… no sabía en un principio que en realidad la gracia estaba en el grano…

-¿Qué la palomita estaba escondida en el grano?

-Sí… puede decirse así… pero supongo que la sensación tenía que ver más con una revelación de la palomita… Me refiero  a que no era una simple trasformación ni un estar escondida… era algo nuevo… una explosión donde un ser nuevo se revelaba a partir de otro que desaparecía… No sé bien cómo explicarlo, pero intento decir que uno buscaba el grano y no estaba en ningún sitio…

-¿Y no te entristecía que algunas no reventaran?

-No… supongo que lo veía como parte del costo para existieran las otras, no sé… lo cierto es que no me lo preguntaba…

-¿Y te duró mucho esa obsesión?

-Sí, pero digamos que me alejé de golpe a partir de un accidente…

-¿Tuviste un accidente de pequeña?

-Sí, con las palomitas…

-¿Cómo…?

-Es que para ver mejor lo qué ocurría, un día saqué la tapa de la olla y quise mirar de cerca… y claro, un grano saltó y se me incrustó en un ojo… mira, si hasta dejó una marca que me quedó… no sé si te habías fijado…

-¿Pero no perdiste la vista ni nada más grave?

-No, solo estuve con parche y tratamientos un par de meses… De todas formas, lo considero un precio bajo…

-¿Un precio bajo por qué?

-Un precio bajo por algo tan hermoso… ¿no era de eso lo que estábamos hablando?

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