lunes, 18 de julio de 2016

Un breve recorrido.


Mire usted, yo la acompaño.

La de allá es la cordillera, supongo que ya la ha visto.

Lo demás es una ciudad, como cualquier otra.

Muchas farmacias, demasiados autos, pocos niños.

A veces en las paredes quedan los nombres de políticos.

No sé qué más decir.

Botillerías.

Iglesias.

Smog.

Perros vagos de vez en cuando.

De todas formas puede usted mirar y preguntar libremente.

¿Se fijó en ese sector, a su derecha?

Los que van tras los celulares son los habitantes.

Casi todos tienen los mismos horarios, ya se dará usted cuenta.

La misma vida, casi.

¿Le tomo yo la foto?

Sonría.

A todo esto, si quiere que me calle, usted avisa.

Es que a veces me han dicho que sueno negativo.

¿Le molesta si voy tomando una cerveza?

Si quiere alguna me avisa y compramos heladas en la otra esquina.

La idea es caminar, por supuesto.

Hidratarse para caminar, me refiero.

¿Qué…?

¿Yo…?

No… o sea, sí, pero tenemos una relación amor odio.

Claro, yo la amo y ella me odia.

De todas formas ya no creo en esas cosas.

Cuidado con ese hoyo…

Ah, y trate de llevar la cámara en el bolso.

Sí, un poco…

Digamos que acá las cárceles están llenas y los corazones vacíos.

Sí, vacíos.

¿Ya vio la cordillera, al otro lado?

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