martes, 2 de agosto de 2016

Ciento catorce círculos.

“Piu di meno via pu di meno fa meno”.
R. B.

I.

Círculos.

Alcanzo a dibujar ciento catorce círculos.

No circunferencias.

Entonces, sobre la superficie de cada uno coloco un objeto.

Ciento catorce objetos.

Al mismo tiempo uno, de esos ciento catorce objetos, soy y no soy yo.


II.

Círculos.

Un pájaro se posa en uno de los ciento trece círculos en los que definitivamente no estoy.

Lindo pájaro.

Volaría ya, pero no vuela.

Ahora no está, y no voló.


III.

Círculos.

¿Les dije que dibuje ciento catorce círculos?

¿Les mencioné los objetos y el pájaro?

¿Les hablé de las tres soluciones?

Pues bien, si lo hice, ya están listos.

No me pregunten para qué.


IV.

Círculos.

Organizar el mundo en ciento catorce círculos.

Y la verdad contenida solo en uno.

Uno que, por cierto, solo tal vez sea honesto.

Los demás mienten, sin excepción alguna.


V.

Círculos.

Desde y no hacia.

No se saben a sí mismos.

A veces imagino incluso que estoy fuera.

Todos hablan desde uno y no lo saben.

Usted debiese entender, si es que lo intenta.


VI.

Círculos.

Últimos círculos.

Una vida entera dibujando aquellos que imagino.

Ya no sé si me entiende.

¿Ve ese cáliz que está allá, señorita?

¿Puede traerlo?

Mi corazón, parece, está sangrando.

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