sábado, 6 de agosto de 2016

El perro me muerde y no me suelta.

"Cuando tengo frío nunca se me nota"
V.

El perro me muerde y no me suelta.

Yo espero, pero no me suelta.

Con todo, eso no es lo peor.

Lo peor es que quería decir algo.

Pero justo antes de la primera letra llega el perro y me muerde y no me suelta.

Ahora bien, no sé si les ha pasado, pero cuesta pensar ordenadamente mientras te muerde un perro.

O sea, quizá no altera el orden, propiamente tal, pero al menos no te deja elegir el tema.

Por lo mismo, yo intento calmarme y esperar, mientras el perro muerde.

Lamentablemente, ya les decía en un inicio que el perro no me suelta.

En este momento incluso, mientras escribo, miro y observo como sus dientes se aferran.

¿Habrá atacado a Cheever, o a Dos Pasos, o a Kenzaburo Oé…?

¿Por qué mejor no ataca a Zambra, o a algún autor de autoayuda…?

¡Perro injusto, más encima…!

Pero calma…

Por ahora, calma.

Ya tendrá que aflojar el perro y liberarme y entonces… tal vez el texto.

Uno grande, ojalá.

De esos tan grandes que hasta dan respuestas.

De esos que hasta dicen algo…

Por el momento, simplemente, escondo las manos y el cuello.

Eso es lo que me toca.

El perro me muerde y no me suelta.

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