viernes, 9 de septiembre de 2016

No sé qué significa.


Voy leyendo en un vagón del metro cuando descubro al primer gordo. Lo distingo porque causó cierto retraso al momento de descender, sirviendo de obstáculo para un par de pasajeros. Observo así su ubicación y me fijo en ciertas características de su contextura que excede a la mayoría de los habituales del metro (incluso a la de los gordos habituales del metro). Por último pongo atención en su ropa a partir de la combinación extraña que lleva y su poco habitual corbata a lunares, de colores chillones, y una carpeta azul, repleta de papeles

El segundo gordo sube pocas estaciones después de visualizar al primero. Se ve un tanto más activo y, extrañamente, lleva una indumentaria algo chillona y mal combinada, muy similar a la del gordo anterior. En relación a este último, por cierto, ambos se encuentran a unos 5 metros y parecen no percatarse de la presencia del otro.

El tercer y último gordo aparece una estación antes de aquella en que me bajo y presenta una contextura y presentación muy similar a la de los gordos anteriores. Mismas características de ropa, misma actitud, mismo vagón del metro. Los tres extrañamente reunidos en un espacio pequeño a una hora determinada sin que exista explicación lógica alguna.

Más extraño que lo anterior, sin embargo, me parece el que nadie parezca percatarse de esas presencias. Es decir, no son coincidencias sencillas, pero quedan ahí arrojadas como una clave que nadie parece asimilar. De hecho, ni siquiera los gordos se descubren mutuamente. Tal vez incluso, pienso mientras bajo, sean conscientes de sí mismos.

Y claro, entonces debo bajarme de la estación.

No sé qué significa.

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