sábado, 8 de octubre de 2016

Por dónde se píensa.


¿Por dónde se piensa? No dónde sino por dónde, lo dije bien. Acuérdate que esto es trayectoria. Es sentido. Uno que nace desde dentro. No digo que se piense desde dentro, digo que el origen del sentido está dentro. En el corazón de las cosas está la causa. No sé si me sigues. Elige cómo decirlo, pero apréndelo, eso es lo que importa. Dilo incluso en voz alta cuando puedas. Yo soy la causa de mí mismo. Hay que tener claro eso. Aprende esa verdad y desconfía del resto. Olvídate de la realidad y escúchame. Deja que en este instante yo sea más que todo aquello. No dónde sino por dónde. Acuérdate de eso. Después de todo, la realidad es apenas un efecto óptico. Y a veces es menos. La materia misma si lo piensas es tan poca. Un residuo casi, del vacío. Un margen de error, digamos. Poco más, quizá. Imagina entonces ondas de vacío que ejercen fuerza en la nada. Es coherente, si lo piensas, pero debes detenerte a hacerlo. Y claro, debes saber también desde qué sitio hacerlo. Por dónde se piensa, me refiero. El camino. Es fácil salirse si confundes cosas esenciales. La nada con el vacío, por ejemplo. El corazón con la causa, por otro. Y es que mientras la nada es la nada el vacío es otra cosa. También debes aprender eso. ¿Por dónde se piensa, entonces? Pues ya debieses estar en condiciones de contestar tú mismo esa pregunta. Confío en que puedas, al menos. En el corazón de las cosas está la causa.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales