miércoles, 2 de noviembre de 2016

Un pariente de Tristan Tzara.


Conozco a un pariente de Tristan Tzara.

Hoy lo conozco.

Trabaja en un banco analizando casos para la entrega de créditos hipotecarios.

Un amigo en común me lo presenta.

Él es Jacques, me dice, sobrino nieto de Tristan Tzara.

Ya, digo yo.

La emoción aumenta sin embargo cuando hablamos un poco y Jacques me cuenta que tiene correspondencia del tío Tristán.

No para él, claro, pero está escrita de puño y letra.

Las cartas son del tiempo en que escribió Hablar solo, a finales de los años cuarenta.

Según me cuenta el sobrino nieto, ha intentado llevar las cartas a editoriales, pero no ha querido dejarlas antes de tener cierto acuerdo económico, cosa que no ha sucedido.

Por lo mismo, quiere hacer un trato para que le ayude en la corrección de una traducción que él mismo hizo, hace unos años, y poder presentar el trabajo listo para la publicación.

¿De qué hablan las cartas?, le pregunto.

Cosas domésticas, me dice, aunque en algunas hay frases donde se esbozan opiniones sobre la guerra, la política y hasta recetas de cocina.

¿Recetas normales?, pregunté.

, me contesta, una es de papas con cebollas al horno.

Ya, digo yo.

Una hora después, sin embargo, aún no logramos ponernos de acuerdo y a mí el tipo ya me cae mal.

Tzara era otra cosa, me digo, mientras lo escucho.

Por lo mismo, en un momento que va al baño, aprovecho de irme del local.

Llego a casa y hago –sin receta, por supuesto-, papas con cebollas al horno.

Me parece que el plato es muy simpático.


* Si alguien se interesa por apoyar a Jacques con la traducción esa, búsquelo en un banco rojo del centro. Es un conchesumadre indiferente, soberbio e interesado en el dinero. Lo reconocerán enseguida.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguidores

Archivo del blog

Datos personales