martes, 29 de agosto de 2017

¿Mientras qué?


No le quisieron decir que habían atropellado al perro así que lo estuvo buscando durante al menos dos semanas. Puso avisos en Facebook, pegó carteles, ofreció recompensas. La llamaron dos personas y ninguna de ellas tenía un dato útil. Una de ellas, sin embargo, le siguió preguntando si lo había encontrado. Parecía realmente preocupado así que ella contestó a sus mensajes y hasta le contó más, sobre su vida. Él también hizo lo mismo, sobre la suya. Poco después se juntaron y fueron a comer sushi. Se siguieron viendo un par de veces y se acostaron por primera vez en un departamento que el arrendaba, cerca de su trabajo, en Ñuñoa. No resultó tan bien, así que desde esa vez solo se vieron un par de veces, un poco por cumplir. Fue por esos días que a ella le contaron que realmente su perro había sido atropellado. Se lo contó su madre quien además le pidió disculpas por la mentira, pero le dijo que comprendiera… que sintió que era mejor darle algunas esperanzas y luego no encontraba la forma de decírselo. También le ofreció conseguir otro perro similar, a través de una tía. Extrañamente ella dijo que mejor no, que estaba bien así, mientras tanto. ¿Mientras qué?, le preguntó la madre. Ella no contestó y se fue a su cuarto. Yo creo que no sabía la respuesta.

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